Sabemos más de lo que creen: el Pentágono lanza advertencia a cárteles mexicanos
Por Redacción:
Ciudad de México.- El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, lanzó un mensaje directo a los cárteles mexicanos: “Estamos observando. Sabemos un poco más de lo que ellos piensan que podemos saber de ellos”. En entrevistas y notas difundidas por medios estadounidenses y latinoamericanos, Hegseth subrayó que el Pentágono tiene bajo vigilancia a las principales organizaciones criminales y que actuará “en el momento oportuno”, aunque negó que exista, por ahora, una orden para enviar tropas a territorio mexicano.
El pronunciamiento se produjo en el contexto de la nueva política de seguridad de la administración Trump, que la semana pasada instruyó al Pentágono a preparar opciones para el posible uso de fuerza militar contra cárteles designados como organizaciones terroristas. Fuentes oficiales enfatizaron que cualquier acción no es inminente, pero el encargo abre un abanico de herramientas militares y de inteligencia que Washington podría emplear contra estas redes transnacionales.
La advertencia llega tras una serie de decisiones que endurecieron el enfoque de Washington frente al narcotráfico. El 20 de enero, la Casa Blanca emitió una orden ejecutiva que creó un mecanismo para designar a ciertos cárteles como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO) o Terroristas Globales Especialmente Designados (SDGT); en febrero, el Departamento de Estado publicó las designaciones iniciales, que incluyeron a Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), entre otros. Estas medidas habilitan cargos adicionales por terrorismo, sanciones financieras y cooperación ampliada entre agencias.
Además de la vía jurídica, el componente operativo ha ganado peso: en febrero, el jefe del mando militar para Norteamérica reveló que las fuerzas estadounidenses incrementaron la vigilancia aérea para recolectar inteligencia sobre cárteles en México, con el objetivo de definir mejores cursos de acción frente a su logística y finanzas. Esa intensificación de monitoreo es el telón de fondo del mensaje de Hegseth: una campaña sostenida de observación y presión que Washington busca convertir en casos penales y operaciones de interdicción.
Del lado mexicano, el gobierno de Claudia Sheinbaum sostuvo en días recientes que no hay riesgo de una intervención militar de Estados Unidos en México y que cualquier cooperación debe regirse por el respeto a la soberanía. La postura se expresó mientras ambos países concretaban traslados masivos de presuntos capos: el 12 de agosto, México entregó a 26 acusados de narcotráfico a la justicia estadounidense —la segunda operación de este tipo en el año— con la garantía de que no se solicitará la pena de muerte, como exige la legislación mexicana. Washington elogió la cooperación.