NASA desvela imágenes inéditas de 3I/ATLAS: Confirma su origen cometal y descarta naves alienígenas
Por Redacción:
Washington, D.C. – 21 de noviembre de 2025 – La NASA rompió un silencio de más de un mes sobre el cometa interestelar 3I/ATLAS al publicar nuevas imágenes captadas por ocho misiones espaciales, confirmando que se trata de un cuerpo natural de origen extrasolar y desmintiendo especulaciones sobre tecnología extraterrestre o anomalías artificiales. El anuncio, realizado en una conferencia virtual desde el Centro Goddard el 19 de noviembre, mostró vistas detalladas del objeto que ha intrigado a la comunidad científica desde su detección el 1 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS en Chile, financiado por la agencia espacial estadounidense.
El silencio de la NASA se debió a un cierre presupuestario federal de 43 días –el más largo en la historia de EE.UU.– que paralizó operaciones no esenciales, incluyendo comunicaciones públicas sobre misiones científicas. Amit Kshatriya, administrador asociado de la NASA, explicó en la conferencia: “Se ve y se comporta como un cometa, y toda la evidencia apunta a que es uno. No es un peligro para la Tierra y no se acercará a menos de 273 millones de kilómetros”. Las imágenes, recopiladas desde julio, incluyen vistas ultravioletas y de alta resolución que revelan una coma de 50.000 km de diámetro y una cola que se expande rápidamente, con emisiones de hidrógeno anómalas detectadas por la sonda MAVEN en órbita de Marte.
3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar confirmado tras 1I/’Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019), fue detectado el 1 de julio de 2025 por el sistema ATLAS en Chile, con imágenes retrospectivas desde el 14 de junio. Su trayectoria hiperbólica, con velocidad de 26 km/s superior a la de escape solar, confirma su origen fuera del Sistema Solar, posiblemente de un sistema estelar más antiguo que el nuestro, con una composición rica en níquel –15% más que cometas locales– detectada por el Very Large Telescope de la ESO. El perihelio, el 30 de octubre a 0,25 UA del Sol, generó un pico de brillo de magnitud 2,5 visible en el hemisferio sur.
Las nuevas imágenes destacan contribuciones de misiones clave: el Hubble capturó el 21 de julio una vista de 445 millones de km, mostrando una cola de gas invertido y aceleración no gravitacional explicada por outgassing irregular. La Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) tomó la foto más cercana el 2 de octubre a 28 millones de km, revelando un núcleo de 1,6 km y una coma rica en metano, mientras MAVEN detectó emisiones de hidrógeno que sugieren una edad mayor a 4.500 millones de años. Sondas como Psyche y Lucy, en ruta a asteroides, y SOHO –que lo avistó el 15-16 de octubre– contribuyeron con datos complementarios, confirmando una composición con níquel elevado y chorros de gas que explican su aceleración anómala.
Kshatriya descartó teorías conspirativas: “No hay señales de radio artificiales; una detección inicial de ondas fue un artefacto de interferencia terrestre, no una transmisión del objeto”. El astrofísico de Harvard Avi Loeb, quien especuló sobre ‘Oumuamua como sonda alienígena, respaldó los hallazgos: “3I/ATLAS es un cometa típico interestelar; sus datos enriquecerán nuestra comprensión de la formación galáctica”. Las imágenes del James Webb Space Telescope (JWST), compartidas el 20 de noviembre, muestran una superficie irregular con cráteres y chorros de gas, sugiriendo una edad de hasta 4.500 millones de años, más antigua que el Sistema Solar.
El cometa, de 1,6 km de diámetro y velocidad de 26 km/s, alcanzó su perihelio el 30 de octubre a 37 millones de km del Sol, visible a simple vista en el hemisferio sur con magnitud 2,5. Pasó a 28 millones de km de Marte el 3 de octubre, observado por MRO y MAVEN, que confirmaron una coma de 50.000 km y emisiones de metano inusuales. Sondas como Psyche y Lucy, en ruta a asteroides, y SOHO capturaron datos adicionales, revelando una composición con níquel elevado y chorros de gas que explican su aceleración no gravitacional.
Kshatriya enfatizó la colaboración: “Ocho misiones de la NASA observaron 3I/ATLAS desde diferentes ángulos, demostrando nuestra capacidad única para estudiar visitantes interestelares”. Datos del JWST, liberados el 20 de noviembre, indican una superficie craterizada y chorros que sugieren una edad superior a 4.500 millones de años, potencialmente de un sistema estelar más antiguo.
El objeto, visible hasta diciembre en la constelación de Eridanus con telescopios aficionados, no representa amenaza: su aproximación mínima a la Tierra será de 1,2 UA en enero de 2026. Su trayectoria lo llevará a Júpiter en 2026 para observaciones adicionales, ofreciendo datos sobre la diversidad química galáctica. En redes, #3IATLAS y #CometaInterestelar superaron 2 millones de menciones, con astrónomos aficionados compartiendo observaciones desde México. Kshatriya concluyó: “3I/ATLAS nos recuerda que el universo es vasto y lleno de sorpresas; estas imágenes son solo el comienzo”.


















































