TRUMP AMENAZA A MÉXICO CON ARANCELES DEL 25% POR CRISIS MIGRATORIA
Por Luis Martínez Alcántara
Donald Trump reavivó sus amenazas contra México, prometiendo imponer aranceles del 25% a todas las importaciones si el nuevo gobierno mexicano no detiene lo que él describe como una “embestida” de migrantes y criminales. En el mitin de Carolina del Norte, el expresidente y candidato republicano se dirigió a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, a quien calificó de “muy amable”, aunque admitió no conocerla. Este ultimátum llega en un contexto electoral tenso, en la víspera de las elecciones en Estados Unidos.
Durante su discurso, Trump enfatizó que la situación en la frontera es crítica y que, de no tomar medidas efectivas, se verá obligado a implementar aranceles severos. “Le voy a informar desde el primer día que si no detienen esta embestida de criminales y drogas, voy a imponer inmediatamente un arancel del 25% a todo lo que envíen a Estados Unidos”, declaró. Además, mostró confianza en que esta medida tendría un éxito rotundo, afirmando que la probabilidad de éxito es del “100%”.
La retórica de Trump se ha caracterizado por ser extrema y polarizadora. En sus declaraciones, ha calificado a los migrantes de “asesinos” y ha afirmado que su llegada al país “envenena la sangre” de Estados Unidos. Esta narrativa ha sido parte central de su campaña, donde busca posicionar la lucha contra la migración ilegal como una de sus principales prioridades. También insinuó que podría aumentar los aranceles hasta un 75% si la situación no mejora.
El expresidente argumentó que México se beneficia enormemente del comercio con Estados Unidos y acusó al gobierno actual de haber permitido que esto suceda. “Ganan una fortuna. Se han apoderado de nuestro país”, afirmó, sugiriendo que los aranceles son una forma de recuperar el control económico. Sin embargo, muchos economistas advierten que estas políticas podrían agravar problemas como la inflación y aumentar la deuda nacional.
En la víspera de las elecciones en EU, la amenaza de Trump podría tener repercusiones significativas tanto para las relaciones entre Estados Unidos y México como para su propia campaña electoral. Con encuestas muy reñidas contra la actual vicepresidenta Kamala Harris, sus promesas de endurecer las políticas comerciales y migratorias podrían resonar con su base electoral, aunque también generen críticas sobre sus posibles consecuencias económicas.