Pánico en las alturas: explota batería de litio en vuelo de Air China

Por Redacción:

Shanghái, China, 20 de octubre de 2025. Un vuelo de Air China protagonizó un aterrizaje de emergencia el sábado pasado cuando una batería de litio en el equipaje de mano de un pasajero estalló en llamas en pleno vuelo, llenando la cabina de humo y pánico mientras la tripulación luchaba por extinguir el fuego con extintores. El incidente, ocurrido a 10 mil metros de altura sobre el mar de China Oriental, no dejó heridos, pero reavivó alertas globales sobre los riesgos de las baterías recargables en aviones, en un año que ya suma 38 incidentes similares según la FAA.

El vuelo CA139, un Airbus A321-232 con 160 pasajeros y 8 tripulantes a bordo, despegó del Aeropuerto Internacional de Hangzhou Xiaoshan a las 9:47 horas locales rumbo al Aeropuerto Internacional de Incheon en Seúl, Corea del Sur. Aproximadamente 30 minutos después, alrededor de las 10:15, una explosión sorda resonó en la cabina: una batería de litio en un power bank almacenado en el compartimento superior de la fila 15 inició un “fuga térmica” espontánea, generando llamas naranjas y humo negro que se extendió rápidamente por la sección económica. Videos grabados por pasajeros y difundidos en redes sociales muestran a azafatas corriendo con extintores, gritando “¡Mantengan la calma!” mientras el humo picante irritaba ojos y pulmones. “Escuché un ‘bang’ fuerte, como un petardo, y vi fuego saliendo del maletín. Pensé que era el fin”, relató Li Wei, un empresario de 42 años en una entrevista con CCTV, la cadena estatal china.

La tripulación activó protocolos de emergencia inmediata: el capitán informó al control de tráfico aéreo y descendió a 5 mil pies para ventilar la cabina, mientras asistentes usaban máscaras de oxígeno y cubrieron el fuego con mantas ignífugas. El avión, sin daños estructurales, aterrizó de forma segura en el Aeropuerto Internacional de Shanghái Pudong a las 11:20 horas, donde bomberos y equipos médicos esperaban en pista. Air China confirmó en un comunicado en Weibo: “La batería de litio en el equipaje de mano de un pasajero se encendió espontáneamente en el compartimento superior. La tripulación respondió con rapidez y eficiencia; no hay heridos, y el vuelo reanudó su ruta tras inspecciones”. El power bank afectado, un modelo genérico de 20,000 mAh sin certificación CCC (China Compulsory Certification), fue confiscado para análisis forense.

Este suceso no es aislado: la FAA registró 38 eventos de humo, fuego o calor extremo por baterías de litio en vuelos comerciales hasta junio de 2025, muchos por sobrecarga o daño. En China, donde se producen el 70% de las baterías globales, las regulaciones se endurecieron en junio: prohíben power banks sin CCC en equipaje de mano doméstico, y limitan su capacidad a 100 Wh. Expertos como el ingeniero aeroespacial Zhang Wei de la Universidad Tsinghua atribuyen estos “runaways térmicos” a defectos de fabricación o exposición a humedad: “Las baterías se calientan en cadena; una chispa puede escalar a explosión en segundos, difícil de apagar con agua”.

La aerolínea, que opera 2 mil vuelos diarios, ofreció compensaciones de 500 yuanes (unos 70 dólares) por pasajero y reembolsos completos, pero pasajeros como Wei criticaron la lentitud: “Dos horas en tierra, sin agua ni explicaciones claras”. La Administración de Aviación Civil de China (CAAC) inició una investigación conjunta con la NTSB estadounidense, y Air China suspendió temporalmente vuelos con A321 en rutas asiáticas para revisiones. En redes, #AirChinaFire acumuló 1 millón de vistas, con memes de “power banks asesinos” y llamados a prohibiciones totales.

Este “susto aéreo” subraya la urgencia de estándares globales: la IATA urge etiquetado claro y detección IA en aeropuertos. Para los 160 a bordo, fue un aterrizaje forzado; para la aviación, un recordatorio ardiente de que en los cielos, una batería defectuosa puede encender el caos. Air China promete “medidas reforzadas”; el mundo, espera que no vuele en llamas.