METEORITO CAUSA ASOMBRO EN SEIS ESTADOS DE MÉXICO
Por Luis Martínez Alcántara
Un fenómeno astronómico sorprendió a miles de personas en al menos seis estados del país la tarde del sábado 1 de junio. Un meteorito cruzó el cielo con gran velocidad, generando un resplandor intenso y un estruendo que hizo temblar ventanas y corazones en regiones como San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro, Tamaulipas y especialmente la Huasteca. Usuarios en redes sociales compartieron impactantes videos del bólido iluminando el cielo, lo que desató una ola de especulaciones y asombro colectivo.
Según la Coordinación Estatal de Protección Civil de San Luis Potosí, se trató del asteroide 2025 KS8, que ingresó a la atmósfera terrestre provocando un fenómeno conocido como bólido: una bola de fuego producida por la fricción del objeto al atravesar la atmósfera a altísima velocidad. Aunque la explosión acústica fue considerable, autoridades confirmaron que no hubo daños materiales ni personas lesionadas, y tampoco se detectaron fragmentos del meteorito en tierra.
Investigadores del Instituto de Astronomía de la UNAM explicaron que este tipo de eventos, aunque poco frecuentes, son naturales. Los bólidos suelen desintegrarse antes de impactar el suelo debido al calor generado por la velocidad, lo que explica la ausencia de restos. Sin embargo, el estruendo registrado puede alcanzar niveles similares a los de una explosión, como ocurrió en 2013 con el meteorito de Cheliábinsk, en Rusia.
El avistamiento provocó reacciones diversas entre la población. Algunos pensaron que se trataba de un avión explotando, otros hablaron de un posible temblor. Las redes sociales se llenaron de grabaciones caseras, memes e incluso teorías conspirativas. El hashtag #MeteoritoEnMéxico fue tendencia durante horas, con miles de comentarios que iban desde el humor hasta la preocupación.
Expertos recomiendan que, ante este tipo de fenómenos, se mantenga la calma y se consulte únicamente información oficial. Aunque el cielo “explotó” por un momento, la ciencia nos recuerda que estamos en un planeta vivo, viajando entre astros que, de vez en cuando, deciden tocarnos con su luz.