LA OFICINA Y CLUB DE CUERVOS: ¿MISMO UNIVERSO?
Por Monserrat Californias
El estreno de La Oficina en Prime Video despertó entusiasmo y muchas comparaciones con The Office, la serie británica original de Ricky Gervais y su versión estadounidense. Sin embargo, en esta adaptación mexicana hay algo más: un inesperado lazo con Club de Cuervos.
Aunque ambas series son distintas en tono y tema, comparten más que un simple creador. Gaz Alazraki, productor de ambas, reveló que parte del entendimiento del entorno empresarial en La Oficina surgió del universo ya construido en Club de Cuervos.
Mientras en The Office la historia gira en torno a una oficina de ventas de papel en Scranton, en La Oficina nos trasladamos a Aguascalientes, a las instalaciones de Jabones Olimpo. Esta empresa familiar, aparentemente caótica, tiene un paralelismo estructural con Industrias Iglesias, la firma ficticia que controla el destino del equipo Cuervos FC en Club de Cuervos.
Ambas compañías retratan la complejidad de los negocios familiares en México, un fenómeno que define a buena parte del entramado empresarial del país.
Lo que une a estas producciones no es una narrativa compartida ni un crossover, sino una visión similar sobre cómo se construyen los conflictos en torno al poder, el nepotismo y la incompetencia disfrazada de liderazgo.
Así como Chava Iglesias toma las riendas del club por ser “hijo del dueño”, Jerónimo Ponce es colocado en la dirección regional de Jabones Olimpo, no por méritos propios, sino para tenerlo lo más lejos posible de la sede central en CDMX. Ambos personajes reflejan, con humor ácido, las fallas del modelo empresarial tradicional en México.
Según los creadores, La Oficina no es un calco de The Office ni una simple traducción de sus personajes. Aunque Jerónimo Ponce y Aniv Rubio ocupan lugares similares a Michael Scott y Dwight Schrute, sus dinámicas y personalidad están diseñadas para reflejar un entorno mexicano. En ese sentido, La Oficina toma la estructura de la serie original, pero la moldea con el humor, la cultura laboral y los absurdos del mundo godín nacional, muchos de los cuales también se vieron representados —aunque en otro rubro— en Club de Cuervos.