CONTEXTOS/ Habilidades para el éxito profesional
Por Teófilo Benítez Granados, Rector del Centro de Estudios Profesionales en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (CESCIJUC)
¿Cuál es la habilidad número uno que necesitas para tener éxito profesionalmente? Ese es un cuestionamiento constante en las universidades y centros de estudios superiores. Es lo que guía las actualizaciones de los planes de estudio y prácticas profesionales.
Una de las respuestas más relevante es la resolución de problemas: es decir, la capacidad de pensar y llegar a un curso de acción óptimo para abordar cualquier desafío complejo, en los negocios, en las políticas públicas o en la vida.
La resolución de problemas es la respuesta a la pregunta “¿Qué debo hacer?” Es interesante cuando hay incertidumbre y complejidad, y cuando tiene sentido porque hay consecuencias.
Todo parte de un análisis previo: ¿Qué tratamos de resolver? ¿Cuáles son las limitaciones que existen? ¿Cuáles son las dependencias?. Es llegar al corazón de lo que importa.
El contexto del problema es crítico. El primer paso entonces es definir el problema. El segundo consiste en utilizar árboles lógicos para desagregar el problema. Cada problema que estamos resolviendo tiene alguna complejidad y algo de incertidumbre. La única forma en que realmente podemos hacer que nuestro equipo trabaje en el problema es desarmar el problema en piezas lógicas.
Esta separación permite averiguar qué partes del problema debemos mirar y asignar esas diferentes partes a los miembros del equipo.
El tercer paso es la priorización rigurosa. Determinar cuáles son las partes más importantes.
Dependiendo de lo que se haya priorizado, hay muchas cosas que se podrían hacer, como dividir el trabajo entre los miembros del equipo para que las personas tengan una parte clara del trabajo por hacer. Podría ser definir los análisis específicos que deben realizarse y ejecutarse, y ser claro en los plazos. Es el plan de trabajo.
Ahora se necesita entender la forma y el alcance de nuestro problema antes de comenzar a aplicar estos enfoques analíticos masivos y complejos.
Se requiere ahora una visualización muy inteligente de los datos.
Ahora, si no podemos sintetizar, y no podemos contar una historia, entonces nuestro tomador de decisiones no puede encontrar la respuesta a “¿Qué debo hacer?”
Debe considerarse que la teoría de la toma de decisiones, sin un sesgo hacia la acción, es una pérdida de tiempo.
Ahora, este es solo un modelo de plantear la resolución de problemas y estructurar las distintas etapas para generar soluciones. Existen múltiples modelos, pero la idea subyacente en esto es que podemos analizar qué queremos lograr y examinar los pasos para conseguirlo desde distintas metodologías y puntos de vista.