Por contaminación  de petróleo, exigen justicia indígenas de Veracruz y ambientalistas  

  • Tras 42 días de un derrame de hidrocarburos de Pemex
  • Ocurre en la comunidad totonaca de Papantla, región tres veces reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
  • Piden la intervención de la presidenta, Claudia Sheimbaun Pardo

 Un derrame de hidrocarburos que lleva 42 días sin ser atendido adecuadamente ha causado graves daños en las comunidades totonacas de Papantla, Veracruz, una región tres veces reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Solicitan la intervención de la presidenta, Claudia Sheimbaun Pardo.

Desde el 21 de agosto, fecha en que se detectó el derrame, los habitantes han denunciado la negligencia de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la falta de acción por parte de las autoridades.

El derrame ha contaminado 12 kilómetros de un afluente del Río Cazones, afectando no solo la flora y fauna endémica, sino también los pozos artesianos y las parcelas de cultivo de las comunidades de Ojital Viejo, Papantla y El Chote, Coatzintla. 

La población local ha visto morir animales nativos y domésticos, mientras que su salud se encuentra en riesgo por la exposición prolongada a los contaminantes.

Las comunidades afectadas acusan un trato discriminatorio y despectivo por parte de Pemex, y señalan la falta de atención efectiva. 

A pesar de la gravedad del desastre, la empresa ha enviado solo a un reducido equipo de ocho trabajadores sin el equipo adecuado, quienes, lejos de solucionar el problema, simplemente remueven el suelo contaminado sin adoptar medidas de seguridad, agravando la situación con las lluvias recientes.

Organizaciones civiles, como la Alianza Mexicana contra el Fracking, han documentado la situación durante recorridos los días 28 y 29 de septiembre, recogiendo pruebas de la inacción gubernamental. 

Los habitantes han convocado a brigadas voluntarias para ayudar a la fauna afectada y difundir información sobre las implicaciones del derrame, ante la falta de comunicación oficial.

Los vecinos de Ojital Viejo relatan que no es la primera vez que se enfrentan a desastres similares: en años anteriores han sufrido otras fugas y derrames de los oleoductos y gasoductos que atraviesan su territorio, operados por Pemex desde hace más de 70 años sin el mantenimiento adecuado.

Las comunidades de El Tajín, El Chote y otras zonas cercanas también han sido víctimas frecuentes de estos incidentes.

Las comunidades totonacas y las organizaciones aliadas, entre ellas Greenpeace México y Fundar entre otras, exigen a Pemex una remediación inmediata del área afectada, mantenimiento urgente de los ductos, y medidas preventivas para evitar la repetición de estos desastres. 

Asimismo, hacen un llamado al Estado mexicano y a la UNESCO para que asuman su responsabilidad en la protección de este territorio, considerado Patrimonio de la Humanidad.

Se espera que el reclamo de justicia llegue a la Presidenta Sheinbaum, y que también incluya sanciones ejemplares para Pemex por los daños ambientales y sociales causados, así como la asignación de recursos del Fondo Mexicano del Petróleo para la remediación de los sitios contaminados.

Con información de la Alianza Mexicana contra el Fracking.

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