MIGRANTE MEXICANO MUERE EN CUSTODIA DE ICE; MÉXICO EXIGE RESPUESTAS
Por Luis Martínez Alcántara
El mexicano Jesús Molina Veya, de 45 años y con antecedentes migratorios, murió por aparente suicidio el 7 de junio en el centro de detención Stewart, en Georgia, mientras estaba bajo custodia de ICE. El caso suma la séptima muerte confirmada en instalaciones de ICE durante los primeros meses de 2025.
Las autoridades reportaron que el migrante fue hallado con una ligadura al cuello; intentaron reanimarlo, pero falleció ya en el hospital. ICE inició una investigación interna y notificó a la Consulado de México. El Gobierno mexicano, a través de su cancillería, exige información y acceso al expediente.
Organizaciones civiles y defensores de migrantes han calificado el episodio como parte de un patrón grave. En lo que va del año, los muertos en custodia de ICE representan el 72 % de los fallecimientos ocurridos durante todo 2024. Esto reaviva los cuestionamientos sobre las condiciones en los centros de detención, especialmente los gestionados por contratistas privados como CoreCivic.
Las redadas migratorias ordenadas por la administración Trump, y ahora retomadas con fuerza, tienen claros efectos políticos: sembrar miedo y divisiones. Este caso se inscribe en una estrategia de criminalización migratoria que eclipsa su justificación de seguridad. Muchos lo consideran un capítulo sombrío en la historia de derecho humano y migración.
La muerte de este migrante mexicano no sólo representa una tragedia individual sino una alerta sobre un sistema que exige mayor transparencia y responsabilidad.
ICE asegura que aplica protocolos médicos, pero los repetidos casos de suicidios sugieren fallas graves en vigilancia, salud mental y condiciones de detención. México demanda que se garantice justicia, se investigue realmente y se adopten medidas que eviten que hechos como este vuelvan a ocurrir.