DEL ROMANCE AL ODIO: ESTALLA LA GUERRA ENTRE ELON MUSK Y DONALD TRUMP
Por Luis Martínez Alcántara
La relación entre Elon Musk y Donald Trump pasó de la admiración mutua a un enfrentamiento público sin precedentes. Después de que Musk renunciara a su cargo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) a finales de mayo, las tensiones se intensificaron.
El punto de quiebre fue la crítica de Musk al nuevo plan fiscal de Trump, al que calificó de “abominación repugnante” en su plataforma X. Trump respondió expresando su decepción y sugiriendo la cancelación de contratos gubernamentales con las empresas de Musk. La disputa se ha desarrollado principalmente en redes sociales, con intercambios directos entre ambos líderes.
Musk, quien anteriormente fue un aliado clave de Trump, afirmó que sin su apoyo, el presidente habría perdido las elecciones de 2024. Esta declaración sorprendió, considerando que hace solo seis días Trump le otorgó a Musk la llave de oro de la Casa Blanca por su servicio. La ruptura se agravó cuando Musk sugirió que Trump podría estar implicado en los archivos del FBI sobre Jeffrey Epstein.
La disputa también ha tenido repercusiones políticas. Musk insinuó la creación de un nuevo partido político centrista, lo que podría dividir aún más al electorado conservador. Además, respaldó públicamente la idea de reemplazar a Trump por JD Vance, lo que inquietó a los seguidores de MAGA.
Por su parte, Trump acusó a Musk de actuar por interés propio, especialmente debido a los recortes en subsidios a vehículos eléctricos que afectan directamente a Tesla.
La situación se complicó aún más con la intervención de Steve Bannon, exasesor de Trump, quien ha pedido la deportación de Musk, alegando que es un “extranjero ilegal”.
Bannon también instó a investigar el estatus migratorio de Musk, su supuesto consumo de drogas y sus intentos de acceder a información clasificada. Estas acusaciones preocupan sobre el futuro de Musk en Estados Unidos.